Los primeros pasos de la ruta de hoy me llevan por una pista que sube y baja que marcha paralela a la AP-7 dirección sur, al llegar a la altura de Lo Llapassar enfilo hacia la carretera a Vandellós y tomo la pista que se inicia a mano izquierda (ojo al cruzar la carretera) y que va ascendiendo poco a poco pero con mucha contundencia.
No se si soy yo o la rueda delantera (que no va fina), pero me está costando subir más de lo normal y mi ritmo es lento muy lento, en un momento dado hasta he pensado en dar la vuelta, pero sólo ha sido un lapsus, así que me calmo y hago lo que puedo encima de la bici, mucho plato pequeño !!!
En el siguiente cruce tomo la pista que con una notable subida me llevará al Coll de Portes a unos 500 metros de altitud. Sigo con el plato pequeño y en alguna ocasión pie a tierra pues no sigo nada fino y me estoy cansando más de lo normal.
Por fin lo corono y me hago las fotos correspondientes, desde lo alto las vistas son impresionantes además de experimentar una sensación de aislamiento y soledad total.
Reemprendo la marcha y ahora la pista bastante pedregosa desciende, de vez en cuando y debo ir atento, algún tramo con barro por las recientes lluvias lo complica más, pero no eso no es nada con lo que me enfrentaré más adelante.
El siguiente hueso duro de la jornada es el ascenso al Coll de la Basseta (576 m.) no tan contundente como el anterior pero realmente intenso.
Ya estoy en lo alto, en este punto el paisaje es realmente espectacular me recuerda mucho a algunas partes de las cumbres pirenaicas, duras, agrestes, solitarias.
A mi izquierda una enorme balsa rebosante de agua a mi derecha las espectaculares formaciones montañosa de Els Dedals, la verdad que te dan ganas de quedarse en este lugar un buen rato, pero desgraciadamente me queda bastante ruta por delante y no puedo dormirme, así que reemprendo mi marcha para llegar a un tramo donde iniciare una espectacular bajada casi endurera por una pista muy rota, llena de piedras de todos los tamaños en unas retorcidas eses que requieren de mi exiguas habilidades trialeras para salvarlas sin contratiempos.
Después de este espectacular tramo sigo por una pista que ya de manera más asequible me lleva por el Barranco de LLeriola a una velocidad mas que respetable para la que hoy he desarrollado, se agradece.
En un punto del descenso y debido a la velocidad me paso sin darme cuenta un desvió que me debería llevar por el mismo barranco hasta Calafat, rectifico y vuelvo sobre mis pasos para tomarlo.
Este tramo es el típico de riera o rambla (como más os guste) estrecho, pedregoso, arenoso y donde se te hace difícil avanzar de manera fluida, afortunadamente son unos minutos hasta que el firme se muestra mas compacto y de repente aparezco en la antigua N-340 actualmente en deshuso pues sólo la recorre algún que otro romántico de las antiguas rutas.
De aquí hasta regresar a Miami Platja por el Coll de Balaguer la constante es un sube y baja por una pista que primero pasa muy cerca de la central nuclear de Vandellos y que después no sin algo de dureza marcha paralela a la A-7 hasta llegar a L'Hospitalet del Infant.
Antes de cerrar esta crónica me gustaría recomendaros que si realizáis esta ruta, llevéis una buena provisión de agua pues se que hay algunas fuentes pero no están cerca del propio recorrido, en el no encontrareis ninguna masía ni casa, pues además de espectacular esta zona totalmente deshabitada.